Si estas considerando un viaje de larga estadía y te preocupa el costo del alojamiento, o si deseas disfrutar a tope del contacto con otras culturas, vivir en un hostel es una solución que reúne economía y nuevas experiencias.
Vamos a contarte algunas de las claves que nos han servido para nuestros hospedajes de larga estadía en diferentes albergues a lo largo del mundo. Desde cuestiones prácticas como las relacionadas con la limpieza hasta consejos para ahorrar dinero.
¿Qué es un hostel? Porqué preferirlo para hospedarse en estancias de larga duración
Cuando se trata de quedarse por largo tiempo en el mismo destino, vivir en un hostel ha demostrado ser la opción mas económica y práctica. Si bien es necesario aprender ciertas normas de conducta y armarse de paciencia para compartir los espacios comunes. Y es que un hostel es un alojamiento donde la vida transcurre en áreas compartidas: habitaciones con más de una cama para diferentes inquilinos, comedor con largas mesas para comer en grupo y uso compartido de salones, terrazas y áreas de descanso.
Según la ciudad que visites vas a encontrarlos bajo diferentes nombres, entre ellos casas de estudiantes, albergues juveniles y pensiones.
Si bien el uso de espacios compartidos puede parecer una desventaja en cuestiones de intimidad, los hostels tienen dos grandes ventajas: su costo mucho más económico que una habitación de hotel o la renta de un departamento, y su dinámica que te empapa de la vida local. Estas dos ventajas son apreciables sobre todo cuando vas a quedarte por mucho tiempo en el mismo lugar.
Contrata un seguro
Aunque vivir en un albergue sea cual sea tu tiempo de estadia es algo seguro, conviene tomar precauciones sobre todo en cuestiones de salud e imprevistos. En este aspecto, es determinante contratar un seguro.
Hoy en día hay diferentes ofertas de seguros especialmente diseñados para viajeros. Su cobertura incluye desde robos hasta posibles accidentes. Son la garantía de un regreso a casa si las cosas llegan a complicarse. A nosotros nos ha dado muy buen resultado la póliza de viajero IATI Seguros en su página web podrás informarte y contratar el seguro que mejor se adapte a tus necesidades de viajero.
Lleva tu propio candado
El mayor reto de vivir en un hostel es salvaguardar tus objetos de valor, dispositivos, tarjetas y documentos. Esto no es tan difícil de conseguir si consideras algunos aspectos básicos.
El primero de ellos es informarte si el albergue que has elegido cuenta con casillas para guardar tus cosas. Una inspección previa de las mismas, de sus condiciones y fortalezas, te puede ahorrar muchos dolores de cabeza. Deben encontrarse en un lugar vigilado (de ser posible con cámaras).
Una precaución importante es que lleves contigo tu propio candado para asegurar la casilla. De este modo tendrás una garantía extra de que nadie más puede acceder a tus pertenencias.
También es recomendable que te informes de antemano sobre la reputación del albergue que has elegido. A través de reseñas de otros viajeros sabrás si han tenido malas experiencias con la seguridad del alojamiento. Por otra parte, podrás saber que tan seguro es el barrio en donde se encuentra.
Cuidado con el voltaje
Antes de viajar infórmate sobre el voltaje que se maneja en tu ciudad de destino y si es necesario que lleves contigo conversores de voltaje. También considera llevar contigo reguladores de voltaje. Son una precaución extra que protegerá tus dispositivos de subidas o bajadas en la tensión.
Al vivir en un hostel todo se comparte. Esto incluye los enchufes. Considera que todos los viajeros alojados llevan móvil y otros dispositivos. Todos estarán buscando enchufes para cargarlos, y sobre todo en las noches serán escasos.
Para garantizar que no te quedes sin carga en tu móvil, lleva contigo un enchufe multicontacto. De este modo bastará un enchufe para que cargues todos tus dispositivos al mismo tiempo. En este sentido, una batería portátil vale su peso en oro.
Usa la cocina
Algunos albergues, sobre todo los que contemplan a viajeros de largas estadías, ofrecen una cocina compartida. Fogones para cocinar, un refrigerador para guardar alimentos y utensilios.
Es importante que respetes la propiedad para que la tuya sea respetada, así que no uses los ingredientes de otros viajeros. Usa alguna etiqueta o rotulador para marcar tus alimentos y evitar que sean consumidos por otros.
Si crees que no puedes desprenderte de la nostalgia por los sabores de tu tierra lleva contigo tus propios condimentos. Considera que fuera de tu país pueden resultar costosos o inexistentes.
Nuestro consejo es que consumas aquello que cada localidad te ofrece y te aventures a descubrir sabores nuevos. Una estrategia muy saludable es organizar comidas y cenas con otros viajeros: una gran oportunidad para conocerse mientras se degustan platillos de otras tierras. Además de que se economiza en la preparación de alimentos. Ten cuidado con el agua potable: evita usar el agua de los grifos para beber o preparar alimentos. Es preferible utilizar agua embotellada o algún método extra de potabilización. Sobre todo cuando se visitan países emergentes en donde enfermedades como el cólera siguen estando presentes.
Conoce la rutina del albergue
Si tu plan es quedarte varias semanas en un mismo lugar, conviene que sepas como se organiza la vida en el albergue.
¿A qué hora se asean las habitaciones? ¿En qué momento son más utilizadas las duchas? ¿Cuándo hay más movimiento en la cocina? ¿Qué días hay mas lavadoras disponibles?
Todos estos detalles prácticos te evitarán esperas y aglomeraciones. También te permitirán saber en qué horarios es preferible salir a dar un paseo para no interferir con las actividades de la limpieza y el aseo.
Conviene conocer la rutina de tus compañeros de habitación: si son personas amantes de la fiesta que llegarán tarde y con gran barullo para que tomes tus recaudos. O si, por el contrario son nómadas digitales que se levantan muy temprano para cumplir con un horario de oficina.
Es muy importante que establezcas un vínculo con el personal del hostel. De manera que te puedan ayudar para indicarte en donde hacer compras más económicas o con las mejores rutas para desplazarte por la ciudad.
Además, este vínculo te permitirá la confianza para negociar tarifas. Ya se trate de algún descuento por larga estadía o por los servicios extra que deban abonarse, como la lavandería o la limpieza
Cuida tu sueño
Al vivir en un hostel, hay que considerar que vas a compartir habitación con personas que tienen diferentes rutinas. Algo particularmente vital si viajas por trabajo y tienes que levantarte temprano y fresco.
La solución para compañeros de habitación llenos de vitalidad, puede ser muy sencilla: un antifaz para el sueño y tapones para los oídos. Puede sonar un poco extremo, pero tu descanso no se verá amenazado y podrás evitar discusiones.
También es recomendable establecer un dialogo con tus compañeros de habitación para que cada uno conozca las necesidades de descanso de los otros y las respeten.
Lleva tus implementos de ducha y un neceser
En un hostel suele haber duchas compartidas. Esto acarrea problemas prácticos y de higiene. Es mejor que entres y salgas de la ducha con tu jabón y champú personales, y llevando chancletas. Es la mejor manera de evitar cualquier tipo de contagio de hongos perniciosos y otros horrores.
Además lleva contigo un neceser. Este implemento que parecería anticuado, es ideal para ir y venir con tus artículos de ducha, cepillo de dientes, pasta dental, crema y otros cosméticos. Con él evitarás su pérdida y maltrato.
Al vivir en un hostel conviene que dejes la timidez y el ostracismo detrás. No tienes que ver la vida en el albergue como una convivencia obligada y la ruptura de tu intimidad, sino como una oportunidad para conocer otras experiencias, culturas y formas de vivir.
La gran enseñanza de la vida en un albergue es que se puede vivir con poco y en muy poco espacio. A cambio de ello, tu vida se entrecruzará con otras, y se verá enriquecida en todos los aspectos. Desprenderse para abrirse en un espacio que se construye entre todos.
De manera que dialoga y escucha, comparte y recibe todo lo que otros viajeros tienen para ofrecer en tu próxima estadía en un hostel. Te aseguramos que no te arrepentirás.
