InicioAmericaLos 7 barrios de Ciudad de México que no te puedes perder

Los 7 barrios de Ciudad de México que no te puedes perder

La capital mexicana se ha convertido en uno de los destinos más apreciados de América porque reúne, en una sola ciudad, naturaleza irrepetible, arqueología emblemática, gastronomía exótica, tradiciones deslumbrantes y una vida cultural trepidante. Y todo esto a pie de calle: en cada uno de sus barrios emblemáticos.

Con el fin de que no te pierdas ninguna de estas experiencias en tu próxima visita a la Ciudad de México, hemos preparado esta guía para presentarte todo lo que puedes encontrar en estos barrios legendarios.

1- Peñón de los Baños

A unos cuantos minutos de la Terminal Internacional del Aeropuerto, se encuentra un cerro a cuyo alrededor se entremezclan las diferentes épocas que ha vivido esta ciudad: la era prehispánica, la colonial y la moderna.

Peñón de los Baños toma su nombre del cerro que domina este barrio: Tepetzinco. En sus faldas se encuentran las últimas aguas termales de los que fueran los baños medicinales de los emperadores mexicas. Si los visitas es posible que te des un baño terapéutico a 50°C. Según sus responsables es benéfico en casos de asma, reumatismo y artritis, entre otros males.

Los baños termales se levantan junto a la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, que data del s. XVII. En su altar se exhibe un retablo dedicado a la Virgen de Guadalupe y el Cristo del Peñón, una figura hecha con pasta de caña de maíz. Ambas figuras son protagonistas de los tres grandes carnavales que se celebran en el barrio. Y es que Peñon de los Baños es el origen de una de las grandes tradiciones musicales mexicanas.

Durante estos carnavales es práctica común cerrar las calles para celebrar bailes monumentales, desde mediados del siglo pasado. Estas fiestas eran amenizadas por la legendaria figura de los sonideros, antecedente de los modernos DJ´s. Sacudían el barrio con un tornamesa y gigantescas bocinas, tocando discos exclusivos que importaban desde Cuba, Haití y Centroamérica.

Cómo llegar: A pie desde la estación del metro Peñón Viejo (Línea 3)

2- Xochimilco

Al sur de la ciudad se encuentra la única zona que conserva el trazo de la que fuera la Gran Tenochtitlan, capital del Imperio mexica: una red de canales que conectaban islotes artificiales. En Xochimilco se siguen habitando estos islotes y en algunos se producen flores y hortalizas según una técnica prehispánica: la chinampa. 

Xochimilco es un brote verde a donde es tradición acudir para comprar arreglos florales y productos naturales, y para pasear entre los imponentes árboles cuyas raíces fijan los islotes: los ahuejotes.

Sin embargo, lo que distingue a Xochimilco son los paseos en chinampa: grandes lanchones, impulsados como las góndolas venecianas, que recorren los canales, algunos cargados con mariachis y otros grupos musicales. Por la comida no te preocupes: mujeres en canoas ofrecen las delicias locales preparadas al instante: quesadillas, gorditas, pambazos…

Para los amantes de las emociones fuertes, esta reserva natural, hábitat del ajolote, cuenta con un espacio reservado a las historias de ultratumba: la Isla de las Muñecas.

Cómo llegar: A pie desde la estación Embarcadero del tren ligero.

3- Tepito

Al norte del Centro Histórico se encuentra un barrio cuyo nombre en lengua náhuatl quiere decir “pequeño templo”, y que es sinónimo de resistencia social y cultural: Tepito. En una de sus esquinas se encuentra una placa que marca el lugar donde el último emperador mexica fue capturado por los españoles, y ahí se levanta el primer templo a la Santa Muerte, entre las calles y calles cubiertas por los puestos portátiles de uno de los mayores mercados callejeros del mundo.

Tepito es un espectáculo en sí mismo: sus colores, su arquitectura cambiante, el habla particular de su gente, sus diferentes mercados establecidos en donde se encuentra de todo, desde la última tecnología hasta cocina prehispánica…

Sin duda, es un barrio que debe recorrerse a pie para degustarlo en todas sus dimensiones. Eso sí, es un sitio inseguro en donde es recomendable ir acompañado por personas que lovonozcan muy bien.

Cómo llegar: A pie desde la estación Lagunilla (Linea B).

4- Santa María La Ribera

Cerca de la que fuera la central ferroviaria a la que llegaban los trenes desde el interior del país, se encuentra uno de las colonias que concentra lo que podríamos definir como el aspecto más tradicional de la Ciudad de México: grandes casonas porfirianas que se alternan con negocios tradicionales (desde sastrerías hasta boticarias) y terrazas en donde se puede tomar un café sin prisa.

Las estrechas calles de este barrio, refrescadas por la sombra de árboles añosos, albergan prodigios arquitectónicos como la Parroquia de La Sagrada Familia, construida en 1899, o el impresionante Museo del Chopo, un recinto construído en alemania y que hoy alberga muestras de arte contemporáneo, o el Museo de Geología, un imponente palacete Art Nouveau que se levanta frente a la Alameda, centro de este barrio.

El espacio más representativo de Santa María La Ribera se encuentra en esta misma Alameda: el Kiosco Morisco, una estructura de hierro fundido, fabricado para una exposición a principios del siglo pasado en Nueva Orleans, y que tras un accidentado peregrinar se ha convertido en uno de los monumentos más emblemáticos de la Ciudad de México. Los motivos islámicos que cubren su estructura Art Noveau lo dotan de un perfil singular e inolvidable.

Cómo llegar: A pie desde la estación San Cosme del metro (Línea 2).

5- Coyoacán

Buena parte de la Ciudad de México fueron, alguna vez, pequeños pueblos que, con el crecimiento de la mancha urbana, fueron integrándose a la metrópoli. Entre ellos, se encuentra Coyoacán.

Hoy en día se trata de un barrio que conserva cierto aire campirano a la vez que se distingue por su fuerte carácter cultural. Una herencia que se explica porque se trata del lugar elegido por Frida Kahlo y Diego Rivera para vivir a principios del siglo pasado. De hecho, la Casa Azul, el que fuera su hogar, es uno de los puntos obligados de visita en Coyoacán. En élla se conservan cuadros y objetos personales que describen su vida cotidiana y su momento histórico.

Se trata de un barrio que, a la par que conserva las calles empedradas y el ritmo de vida sosegado de un pueblito mexicano, concentra teatros, centros culturales y librerías. Entre ellos vas a encontrar la Cineteca nacional, de impresionante arquitectura contemporánea, y la librería Elena Garro, que fuera casa de una de las mayores escritoras mexicanas.

Es un barrio para comer en alguno de sus muchos restaurantes legendarios, pasear en su plaza, a la sombra de la Iglesia de San Juan Bautista, y comerse una deliciosa nieve (helado sin leche) en el el Jardín Centenario, mientras contemplas su gran fuente coronada por efigies de coyotes.

¿Cómo llegar? En las camionetas que salen de la estación Viveros del metro (Línea 3).

6- Garibaldi

La capital mundial del mariachi colinda con el barrio de Tepito y se compone esencialmente de una gran plaza ornamentada con las efigies de los mayores compositores del país, como José Alfredo Jímenez y Juan Gabriel. Sus piezas se pueden escuchar en esta plaza a todo lo largo del día.

La Plaza de Garibaldi es recorrida por grupos de mariachis a los que se puede contratar para que toquen ahí mismo o para llevar serenata al sitio que elijas. También es un lugar para probar delicias mexicanas en el mercado de San Camilito, en donde, además, podrás degustar una bebida que proviene del origen mismo del país: el pulque.

Ahí también podrás visitar el Museo del Tequila y del Mezcal, en donde conocerás toda la dimensión histórica de estas bebidas espirituosas provenientes del agave,  No puede irte sin visitar el Tenampa, un bar que alguna vez fue centro de reunión de las grandes estrellas de la música mexicana.

¿Cómo llegar? Estación Garibaldi del metro (Línea 8).

7- Santa María Magdalena Atlitic

Este barrio contiene la segunda mayor reserva natural de la Ciudad México, y su mayor bosque: Los Dinamos. 

Se entra a este bosque desde su pequeña plaza, en donde se levanta el Templo de María Magdalena, la santa patrona del lugar, una bella iglesia barroca del siglo XVII. Frente a ella, se encuentra el Mercado Turístico, ideal para comprar artesanías y probar la rica barbacoa local acompañada de pulque..

Entonces comienza el recorrido de los cuatro bosques que integran la zona, y que siguen el trazo del Río Magdalena. Reciben su nombre del uso que esta corriente tuvo como generadora de electricidad. 

Se trata de densos bosques que cubren el tramo de una sierra, con varios estanques con fauna como patos, tortugas y truchas. Aquí puedes escalar, hacer senderismo, montar a caballo o tirarte en tirolesa. 

¿Cómo llegar? Desde las camionetas que salen de la estación del metro Miguel Ángel de Quevedo (Línea 3)..


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